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Mis 10 razones para ser agente inmobiliario

Hace 22 años, cuando terminé COU, y pensé en estudiar derecho, no lo hice con la intención de acabar trabajando en la inmobiliaria de mi padre.
Me gustaba la justicia, me encantaba estudiar, y pensé qué mejor carrera que ésa para mí… sin embargo, las circunstancias de la vida te llevan por otro camino, y hacen que acabes en sitios que nunca te imaginas.
Ser Agente Inmobiliario, y dirigir una Agencia inmobiliaria, no era lo que tenía pensado, pero os tengo que decir que ahora mismo, no hay profesión que me guste más. Tenía ya el ejemplo en casa, eso si es verdad, pero no se porque mi padre siempre quiso que estudiara y que intentara ser funcionaria…

Hoy, después de 14 años trabajando en esto, me gustaría daros mi visión de este negocio, y porque podéis escoger esta profesión. Mis 10 razones para ser agente inmobiliario:

1.- No te aburres. Es un trabajo muy dinámico, ningún día es igual al anterior. Entras cada día por la puerta, y no sabes lo que te espera, por muchos planes y agenda que tengas, siempre hay algo que te sorprende. Si no es un cliente nuevo que te viene a poner un inmueble a la venta, es una historia de vida de un comprador, que te cuenta el porqué quiere la vivienda.

2.- Conoces a mucha gente. La verdad que igual soy un poco cotilla. Pero me gusta conocer gente y conocer que historia hay detrás de esa persona. Yo les miro con atención, me encanta escucharles, ¿por qué venden? ¿por qué compran?, cada día es una aventura, una persona distinta que te cuenta sus motivaciones, sus ilusiones. Esto te permite tener muchos contactos.

3.- La gente confía en ti. Cuando tienes una buena formación y sabes de lo que hablas, las personas confían en tu persona. Para eso hay que aprender y mejorar día a día. No sólo los médicos tienen que estudiar toda su vida, nosotros debemos estar en continua formación, de esta manera logramos que las personas te den las llaves de su casa, que es el bien más privativo que podemos tener. Todo un lujo.

4.- Aplico mi formación legal. Un agente inmobiliario debe saber de normas, no solo enseñamos casas. También informamos de impuestos, hacemos contratos, preparamos escrituras notariales. Por ello, todo lo estudiado siempre tiene aplicación en este trabajo.

5.- La movilidad. Nunca tienes el culo sentado en la silla. Hay que moverse, salir, ver inmuebles, ir a la notaria, hacer prospección, coger el coche y visitar una zona distinta cada día. Un buen comercial inmobiliario no es el que esta sentado en una oficina. Es necesario ser muy comercial, conocer muchas viviendas y estar en la calle. A mi esto me encanta, no soportaría estar todo el día en el despacho.

6.- Mis ingresos. La realidad de este trabajo es que si te esfuerzas, tienes muy buenos contactos, y te mueves, tus ingresos pueden subir. Es decir, todo depende de ti. Es lo bueno de este empleo, nunca es un sueldo fijo, todos los meses cambia en función de lo realizado, pudiendo llegar a tener muy buenas nóminas en función de tu empeño.

7.- Independencia. Te permite tener tu propia agenda. Puedes organizarte, de tal manera que las tardes o medios días te queden libres. Aunque, siempre estás a expensas de tus clientes, eso sí. Pero la verdad es que no dependes de un horario concreto, ni de un jefe que te exija cumplirlo.

8. Marketing. No solo son contratos y leyes. Hay muchas cosas bonitas en éste trabajo. La fotografía, los vídeos, la imagen es muy importante. Dejar las casas espectaculares para que llamen la atención, ver reformas chulas que impresionan, diseñar carteles y anuncios para que la gente se fije en ti.

9.Tecnología. Te permite estar al día. El teléfono tiene que ser el mejor del mercado. El CRM (bases de datos) con el que trabajas tiene que ser de lo mejorcito. No puedes perderte con las redes sociales. Tienes que estar visible, y enseñar al cliente en todo momento que dispones de la última tecnología. Un inmobiliario que siga con las fichas de papel, no captará ninguna vivienda, ni venderá nada.

10. Ayuda. Y por último, lo más importante, la satisfacción de ayudar a la gente. Cuando acompañas a los clientes a la Notaría y salen contentos, con la sensación de que les has quitado un peso de encima, se te queda una cara de felicidad… ese día duermo mejor, me siento afortunada por contribuir y poner un granito de arena en su historia, eso es imprescindible. Porque levantarse todos los días de la cama, con ganas de ir a trabajar, es raro ¿verdad?, pues a mi no me cuesta nada. Ya sabes ¡¡HAZTE AGENTE INMOBILIARIO YA!!!.