Cuando inicias una nueva captación, con una persona que no te conoce y no viene recomendada, suele ser complicado a veces llegar a un entendimiento. Tiene que haber un feeling, entre cliente y captador inmobiliario, que  haga que la otra persona confíe plenamente en darte las llaves de su casa y dejar que te ocupes de todo.

Esto es lo que pasó con Javier. Él nos dio la oportunidad de realizar nuestro trabajo, confió desde el principio en nosotros. Yo digo que es el cliente perfecto. En una primera entrevista nos contó  porque quería vender su casa y cuales eran sus pretensiones económicas. A continuación se dejó aconsejar, escuchó atentamente nuestros consejos. Y conseguimos hacer el tándem perfecto. Siempre les digo a los propietarios que tenemos que ser un equipo.

Le aconsejamos dividir el piso para su venta, sería mas asequible para los compradores. Así conseguiríamos el precio de venta que Javier quería, en un espacio de tiempo mas pequeño. Y así fue, en dos meses teníamos comprador para los dos inmuebles sin ningún tipo de oferta a la baja.

Al mes de estar con la vivienda a la venta surgieron los clientes, las visitas. Javier nos dejó las llaves por lo que facilitó en todo momento nuestras gestiones. Recogimos arras, y cuando le llamamos anunciando la  primera venta no se lo podía creer. Con el fue todo fácil. Todos los problemas los fuimos solucionando según nos venían, y el nos dejó hacer nuestro trabajo.

Os muestro lo que Javier nos escribió el ultimo día que estuvo aquí:

«Me gustó el planteamiento que  hicieron y sobre todo su profesionalidad y conocimientos del mercado inmobiliario en Gijón. Les encargué la venta de ambos pisos a un precio estimado por su experiencia, que me pareció aceptable. En menos de dos meses ¡vendidos!. Rapidez y eficacia en todo, incluso gestiones administrativas. Mas satisfecho no puedo estar. Muchas gracias a este magnífico equipo».

Si quieres que yo te ayude a vender tu casa, no tienes más que llamarme, y pondré toda la carne en el asador para conseguir el mayor precio posible. ¡ CONFÍA EN MI !