Historias reales II

Cuando Carlos el hijo de María Luisa, me llamó desde Málaga desesperado, porque no había encontrado nadie en Gijón, que le ayudara de verdad a vender la vivienda de su madre, no lo podía creer.

 


Maria Luisa, la señora tan entrañable a la que que veis en la foto, únicamente necesitaba ser escuchada. Solo le faltaba que alguien le dedicará un poco de tiempo. Cada uno necesitamos un tiempo y un ritmo distinto para hacer las cosas.


Ella vivía sola en Gijón con 88 años y su hijo en Málaga. Carlos estaba preocupado por su madre, su única obsesión era llevársela a vivir con él. Pero necesitaban vender el único vinculo que le quedaba a María Luisa en Gijón.


María Luisa estaba viviendo en el piso. Las visitas no eran fáciles. Había que respetar sus momentos. Tener mucha paciencia.


Le expliqué a Carlos cómo trabajaba, en que les podía ayudar. Y no lo dudó. Venía de una mala experiencia con otra inmobiliaria.
El edifico había sido reformado en su totalidad, había que entender el estado de la derrama y las posibles subvenciones. Le expliqué el planteamiento para vender con todo en orden y en un plazo corto de tiempo.

Ajustamos el precio de venta. Y conseguimos vender en pocos meses al precio que querían.


Hoy Maria Luisa se marcha definitivamente a Málaga. Después de toda una vida en Gijón en su piso de siempre, empieza una nueva etapa.

Gracias por dejarme ser partícipe de este episodio tan importante de vuestra historia.

¡Suerte María Luisa!

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