Me gustaría, desde mi opinión profesional, daros unos consejos para cuando tomáis la decisión de vender vuestra casa, me refiero en la que estáis viviendo actualmente.

  • Lo primero de todo hay que tener la seguridad plena de querer vender. Con ello, quiero decir que luego no vale echarse atrás, o decir lo he pensado mejor. Empieza un proceso difícil y de verdad, hay que tener ganas a tope.
  • Hay que poner tu casa a punto. Es la casa en la que vives, y claro como es normal, suele estar algo desordenada, sería conveniente hacer esa limpieza de juguetes, ropa antigua, fotos y portraretratos, cocina despejada. Cuantas menos cosas se vean mejor. Piensa en ir adelantando algo para la mudanza que vendrá….se práctico.
  • Pensar y valorar tu casa. Lo mejor, por supuesto, es una valoración de un agente inmobiliario que te haga por escrito con testigos de ventas reales. Pero os diré, que lo más importante es no romperse la cabeza en si gano o pierdo, tu casa vale lo que vale ahora, de nada nos sirve mortificarnos pensando que en otro momento su valor era superior o que pierdo una cantidad de dinero y por eso no vendo.
  • Dar el paso. La vida solo es una. Y no porque pierdo dinero voy a dejar de vivir en una casa mejor, o voy a dejar a mis hijos en una habitación cuando puedes optar a un piso mas grande, con una habitación para cada uno. No tengas miedo al proceso, busca ayuda en un agente inmobiliario que te aconseje y te acompañe.
  • Ten paciencia. Las visitas de los compradores pueden ser pesadas, a horas raras, con gente que igual no te cae bien. Pero, no por eso vas a dejar de vender. Te aconsejo que dejes las visitas a cargo de tu agente. A veces es mejor no estar.
  • No te enfades por las posibles ofertas. El momento que nos toca vivir es el del regateo. Parece que a nadie le gusta comprar algo sin que antes le bajen un poquito, y cuando se trata de tu casa, en la que vives, a la que tienes ese cariño especial, no gusta que le saquen defectos y que te intenten regatear. Pero no lo tomes a mal, intenta pensar que tu harías lo mismo, entra en la negociación, no te cierres, puede ser como un pequeño juego, y al final llega a un acuerdo.
  • Fuera sentimentalismos. Decir esto, me parece difícil, pero la experiencia me dice que se trata de bienes materiales, eso sí, llenos de recuerdos, pero piensa la cantidad de recuerdos que te quedan por vivir y lo feliz que serás en una casa mejor. Aprende a tener ilusión por el futuro y no mirar atrás.
  • Orden documental. Por último, es importante si no eres ordenado, que encargues a alguien que meta en una carpeta, recibos de la vivienda, la escritura, y el recibo de contribución, de esta manera, te ahorrarás el atracón final. Porque con los nervios del momento último, surgen los lloros y los agobios.

En resumen, no ser sentimental, practicidad, alegría, positivismo, orden y concierto. ¡Venga vamos allá!