Siempre digo que podría escribir un libro con todas las experiencias que vivo a lo largo del año. Y es que cada venta u operación son historias de personas. Lecciones de vida que te enriquecen, que te dan ejemplos y te hacen madurar.

Esta semana, tuve la suerte de acompañar a la notaría a personas geniales, terminar el proceso de una venta con ellos es espectacular. Me he quedado con un buen sabor de boca, de esos que te hacen dormir mas tranquila.

La primera de ellas, se trataba de la venta de una vivienda en el Llano, un piso que dos hermanas habían heredado de su madre. Había sido su casa desde pequeñas. Y tenían un montón de recuerdos. Begoña una de las hermanas, me contaba, que decidieron ir antes de firmar para despedirse de todos esos momentos vividos, y que decidieron hacer un vídeo de toda la casa, de ésta forma siempre podrían recordarla. Me pareció una idea genial, grabar todos los espacios de la vivienda en la que naciste y viviste durante muchos años.

La segunda de ellas, era un piso en Viesques, sus propietarios Paula y Jose Manuel que solían alquilarla habían decidido venderla. Era una vivienda perfecta para alguien joven en una urbanización preciosa con piscinas y rodeada de espacios verdes. Y así fue, Paloma una chica joven, ingeniera y que trabaja en el parque tecnológico, quería tener su propio espacio, es muy deportista y aprovechará también la urbanización. Me impresionó lo que contaron, antes de ver esta vivienda conmigo, estuvieron a punto de comprar otra en una inmobiliaria, pero antes de dejar la señal se echaron atrás por la pocas garantías que les daba el mediador, sin embargo, nosotros les dimos esa confianza que necesitaban, y todo fue sobre ruedas. Ambos compradora y vendedores, gente genial, que recordaré siempre. Porque detrás de cada operación hay personas, y mi relación con ellos va mas allá de la de cliente – profesional.

Gracias a todos por confiar en el equipo de la Agencia Domingo.